Kosice, Gyula, 2000, escultura monumental de concreto y acero inoxidable, hidrocinética y lumínica situada en la Plazoleta Provincia de Tucumán, delimitada por calles Cerrito, Marcelo T. de Alvear, la avenida 9 de Julio y la avenida Santa Fe. Originalmente estaba emplazada en 9 de julio y Marcelo T. de Alvear sobre un montículo de pasto, pero fue trasladada por obras del Metrobus, y se colocó al ras del piso. Su creador recalca que su obra no representa nada, sino que “presenta” un canto a la libertad, la paz y la solidaridad que simbolizan según sus palabras los tres chorros de agua. El líquido elemento jugó un papel fundamental en su vida, desde su viaje a nuestro país junto a sus padres, a los cuatro años, navegando durante 30 días, y así lo refleja toda su obra. De lejos, reconocemos dos brazos que se elevan al cielo rodeando la esfera del mundo que protegen, y si observamos el conjunto escultórico entrevemos la M, que nos remite al movimiento Madí y a la realización de los sueños de su autor, en su incansable búsqueda de la originalidad y de un futuro posible para la humanidad.
